Según el periodista Álvaro Gómez
Hurtado y basada en el Manual de Redacción El Tiempo (47), la noticia es la
narración objetiva, veráz, oportuna y de interés general de un acontecimiento o
hecho. Dentro de este concepto se incluyen los elementos constitutivos de la
noticia, llamados también rasgos de noticiabilidad tales como: interés,
actualidad (cercanía con el tiempo y el espacio del lector), novedad,
atractivo, entre otros. Teniendo en cuenta las definiciones dadas por
diferentes autores, los rasgos fundamentales de noticiabilidad son el interés y
la actualidad, considerando que algunos de estos pueden incluirse en otros
rasgos más generales. Todos coinciden que un hecho o acontecimiento se hace
noticioso si lo que se narra es de interés general, es decir que afecta directa
o indirectamente a los lectores o es tan novedoso y desconocido que llama su
atención. Asimismo, si los acontecimientos o hechos son actuales se atrae el
interés de los destinatarios de la noticia.
Es importante precisar que el
periodista o transmisor de la información debe mantenerse al márgen de lo
acontecido. Por esta razón, dicen los expertos y sistemáticos en la descripción
de la noticia que están prohibidas las opiniones de los periodistas, a menos
que estos hayan sido protagonistas o testigos directos de los hechos o
acontecimientos.
La redacción de una buena noticia
es aquella en la que se han tenido en cuenta las distintas versiones de una
misma situación. Esto permite una mayor aproximación a la controvertida
objetividad, así la noticia ya tenga una alta carga de subjetividad por las
disposiciones del periodista en cuanto a la organización y la forma de elaborar
el relato. La consulta de diversas fuentes hace posible que la información que
se presenta sea comprobable y de algún modo se indique que es veráz.